José Augusto Azpúrua G.

El verdadero problema













José Augusto Azpúrua G.





3erPolo
















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En Venezuela se vive hablando de unos supuestos líderes, quienes, creando un "proyecto de país" nos impulsarán a todos a trabajar a los fines de su consecución.

A esta filosofía barata se puede responder: bobadas, mentiras, diarreas mentales.

Los países se hacen prósperos cuando simplemente respetan un principio muy básico: existe un derecho natural de propiedad, que es sagrado, sobre el fruto del trabajo llevado a cabo por una persona.

Ese derecho a la propiedad privada es un derecho que podríamos afirmar proviene del propio Dios. Nuestro mundo occidental, cuya filosofía descansa sobre los principios religiosos Judeo-Cristianos, acepta la validez de los diez mandamientos recibidos por Moisés en el desierto hace casi seis mil años. Y, si en el séptimo mandamiento se manda a NO hurtar, se sobrentiende que tiene que haber propiedad para que alguienpueda robar algo. Y además el décimo mandamiento ordena NO codiciar los bienes ajenos. Lo cual también implica claramente la existencia de la propiedad privada.

Y es este principio, del derecho natural de propiedad que confiere el trabajo sobre sus frutos, lo que se ha estado irrespetando desde hace muchisimos años, y la discusión se ha centrado más en como puede o debe ser aceptable el despojo, que en el hecho mismo de si el despojo es o no aceptable.

Desde los tiempos de Marx y su manifiesto en 1848, comenzó esta degeneración en la comprensión del derecho de propiedad. Marx pensaba que los capitalistas privaban de su propiedad a los trabajadores. Y, en este sentido, Marx estaba muy de acuerdo con la propiedad. Pero cometía un gravísimo error cuando afirmaba que para que la propiedad existiera, era necesario acabar con ella. Y hacerlo por la fuerza y no por la comprensión de que tal sistema tendría que ser superior en el sentido de ser más productivo y más moral.
El problema con Marx, era que no parecía entender de donde surgía el irrespeto a la propiedad, y, por ende, su solución no era idónea, aunque fuese muy del agrado de las personas de menor preparación intelectual la mayoría.

Los niños con frecuencia apelan a la violencia para alcanzar sus objetivos. Se requiere de cierto nivel de madurez mental para poder hacerlo de manera pacífica y civilizada. El ser humano ha ido civilizandose poco a poco; muy lentamente. Si vemos lo salvaje de las guerras y vemos que todavía están presentes entre nosotros y están siendo propuestas por los gobernantes de los países supuestamente más civilizados del mundo entero, tenemos que darnos cuenta de que la civilización todavía está en sus más primitivos estados.
Pero existe una violencia oculta que la mayor parte de la gente no es capaz de percibir, la del robo disimulado: la inflación.

Los gobernantes han estado violando el derecho de propiedad desde las primeras comunidades humanas que se formaron, y no han dejado de hacerlo. Antes a la fuerza, y ahora por medio del fraude que generaran las teorías de Marx.

En El Universal de hoy (12-Nov-02), hay un artículo comentando las teorías de Pascal Salin, invitado de Cedice a Venezuela, en la cual habla de lo inconveniente de los sistemas monetarios no competitivos. Pero su corolario lógico no es mencionado: el sistema monetario mundial, basado sobre dinero que no es otra cosa que deuda gubernamental, es un sistema perverso que existe gracias a la credulidad de la gente y su inmensa ignorancia de estos temas.

Es inconcebible que en esta edad de las comunicaciones mundiales a través de Internet, esta realidad no sea más conocida.

La creación de dinero inorgánico llevada a cabo por los gobiernos, para financiar su dispendio, tiene como consecuencia necesaria e inevitable el desgarro del tejido social, entendiendo éste como las miríadas de relaciones de valor que se van formando con el paso del tiempo y las condiciones económicas. Estas relaciones, que requieren de tiempo para llegar a formar un tejido de calidad, aunque en contínuo proceso de remozamiento, se desgarran debido a que la velocidad de adaptación del tejido nunca llega a ser tan rápido como la velocidad a la cual los gobiernos pueden hacer perder de valor a la moneda. Y, si bien es verdad que en sus inicios la velocidad de creación de dinero inorgánico puede ser relativamente lenta, lo que permite al tejido social recuperarse parcialmente y continuar existiendo, la tendencia natural es hacia la aceleración del dispendio gubernamental y el total deshilachamiento del tejido social.

Así como el Imperio Romano se desintegró, dando paso a la Edad Media, por causa del envilecimiento de la moneda, así mismo estamos viviendo una época de riesgo enorme para el tejido social a nivel mundial por causa del monopolio gubernamental en la creación de dinero fiat, de papel.

El sistema monetario mundial, basado sobre el dolar americano, y copiado en su característica de monopolio por los gobernantes del mundo entero, es la causa del estancamiento mundial en las economías.

La gente ha de entender que se ha de forzar a no crear dinero de la nada a quienes detentan las armas para administrar justicia. Y ha de lograrse por medio de la presión constante y vigorosa de una opinión pública bien informada y consciente de los riesgos de los excesos monetarios.

De igual manera, la inigualable ventaja que tuvo el patrón oro en una época debería ser tomada muy en consideración. Si salía el oro del país porque su población se desmandaba en sus importaciones, tenían que regresar a una frugalidad congruente con sus capacidades productivas y de exportación.

Así como no se debe ser Juez y Parte porque el autointerés nos puede inducir a ser injustos, no debe un mismo grupo de personas ser el legislador, aplicador de la ley, y emisor del dinero, ya que las tentaciones de excesos monetarios son excesivamente grandes, y siendo tal exceso de caracter delictuoso e inconveniente, si el mismo grupo que cae en la tentación hace la ley y la aplica, a buen seguro que las leyes no van a ser buenas, o por lo menos no van a ser rectamente aplicadas.

El respeto por el derecho de propiedad es la base de cualquier sociedad próspera y pacífica.
He aquí las recompensas que la biblia dice tendrá el respeto de los mandamientos:

26:3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra,
26:4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.
26:5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.
26:6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país.
26:7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros.
26:8 Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros.
26:9 Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros.
26:10 Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y pondréis fuera lo añejo para guardar lo nuevo.
26:11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará;
26:12 y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.
26:13 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.

Es decir, quienes respeten la propiedad privada y no dañen a otros, ni mientan, tendrán prosperidad, y serán libres y pacíficos. Y esas promesas se puede ver, por la evidencia empírica histórica, que son verdad.
Y éstas son las consecuencias de no obedecer los mandamientos y respetar la integridad física y patrimonial de nuestros semejantes:

26:14 Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos,
26:15 y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto,
26:16 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán.
26:17 Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
26:18 Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.
26:19 Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.
26:20 Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.

Es decir, nos haremos improductivos, y más pobres, cobardes, y violentos.

La discusión actual, la atención de los diarios y los medios de comunicación, se deberían dirigir a la discusión del principio básico bíblico del respeto al derecho de propiedad, y a estudiar las consecuencias de su continuada violación, especialmente por parte de la burocracia, y en lo atinente a los monopolios en la emisión de dinero de papel.

El sistema monetario mundial está terminalmente enfermo por haber pretendido convertirlo en un sistema controlado por los gobernantes, en lugar de ser un simple hecho (en lugar de un sistema), fruto de las actividades privadas de la población.

Es decir, si queremos realmente ser prósperos y pacíficos; es decir: felices.
















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